domingo, 15 de octubre de 2023

The Return, de Bentley Little

Enero de 2023

Bentley Little es uno de esos autores que, gracias a la ineficiencia de las grandes editoriales españolas, y quizá también a la del agente literario de Little, hace que servidor de ustedes siga aprendiendo nuevo vocabulario inglés. Por ejemplo, he aprendido que en los Estados Unidos se puede decir "mogollón" (pronunciado, posiblemente, "mog-oul-lón"), aunque no en el mismo sentido que usamos en castellano. Allá, Mogollón es el nombre que recibe un largo escarpe que cruza Arizona. Y la apestosa criatura, un abominable hombre de la montaña, que ha sido avistada por algunas personas en aquellos parajes desde 1903, recibe el nombre "Mogollon Monster", cosa que en España nos hace mucha gracia.

 

La novela, publicada en 2002, se abre con un glorioso, magnífico, brillante capítulo protagonizado por el escritor Zane Grey, un autor de westerns muy conocido y reconocido en España hasta hace unos cuarenta años. Grey tiene un desagradable encuentro con un caballo que sonríe, y alguna experiencia más que, para un individuo habituado a vivir en lo más profundo de los bosques, resulta terrorífica. Vamos: que la cosa da canguelo.

 

Y ya en la actualidad, tendremos a diversos personajes vagando en torno a una novísima excavación arqueológica, en un yacimiento de los misteriosos indios anasazi que, como sabrá cualquiera que haya leído la divertidísima novela de razas perdidas La ciudad sagrada (Thunderhead, 1999), de Douglas Preston y Lincoln Child, desaparecieron de un modo extraño y repentino, sobre cuya explicación no existe un acuerdo claro en el mundo académico.

 

En el yacimiento de nuestra novela se encuentra todo tipo de objetos extraños, y alguna cámara prohibida aún más rara. Y en el museo del pueblo, los objetos anasazi empizan a moverse, como si tuvieran vida propia. Y el mítico Monstruo de Mogollón se cobra una nueva víctima en un campamento juvenil. Y una bella chica, descendiente de un asesino en serio que fue alcalde del pueblo y pavimentó el lugar con sangre y huesos de sus vecinos, está en medio de todo esto. Y un tipo que pasaba por allí, a encontrarse a sí mismo, se encuentra a la chica, el yacimiento, y la madre que parió al Monstruo de Mogollón.

¡Ah! Y eso que pasa en el pueblecito, en el museo, lo de los objetos anasazi que caminan amenazadoramente... pues empieza a suceder en más lugares. Bueno, en todo el país. Y...

Pero creo que basta con esto para hacerse una idea de no nos hallamos ante la enésima versión de la magnífica El almacén de Little (su única novela traducida al castellano), pues Little ha repetido su esquema unas cuantas veces; sino de una historia casi ochentera, desarrollada a trompicones, con momentos irrisorios y otros bastante dignos, y un final que a mí no me convenció en absoluto. Aunque, como he dicho en alguna ocasión, en literatura lo importante es el camino andado, no necesariamente adónde te lleva.

A efectos prácticos, The Return merece la pena sobre todo por su primer capítulo, esa introducción con Zane Grey, y los, eso sí, inquietantes y nada tópicos elementos terroríficos que Little muestra ahí. Que luego se líe con una historia que, me parece, es de marcianos, pues... pues vale, pues bueno, pues me alegro.

En fin: que Little tiene obras mucho mejores, tantas como para aburrir. Por ejemplo, The Summoning (1993), que trata de un vampiro chino en el Oeste; The Mailman (1991), ejemplo del clásico esquema del autor, por medio del cual toma un elemento cotidiano y lo convierte en una pesadilla diabólica; The Haunted (2012), sobre una familia de clase media convenientemente embrujada; o The Resort (2004), que recomiendo a todos los ingenuos que se van de vacaciones a ese tipo de instalaciones con spa, cursillos de jardinería, ejercicios al aire libre, piscina y, con suerte, monstruosos asesinos salidos de una tumba secreta.

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