Otra entrega, esta de las muy buenas, de los Muchachos de la Comisaría 87 de Isola. En esta ocasión, toda la novela se centra en un único caso, y de los jodidos: el de un francotirador que bien podría actuar de forma arbitraria. Esto último es lo que no quieren ni pensar los detectives Carella y Meyer. Con lo bien que se les da buscar al individuo que tiene motivos y oportunidad para asesinar a alguien en concreto, y lo mal que lo llevan cuando el criminal mata por matar... En fin, un francotirador "deportivo" es la pesadilla de cualquier poli de la 87.
Ten Plus One, publicada en 1963 como la novela nº17 de esta serie, muestra las limitaciones del procedimiento policial (de ahí la angustia de Carella y compañía), y McBain aprovecha para sacar un buen puñado de trapos sucios la nobilísima pasma: desde la importancia medida en porcentajes de las víctimas, en función de quién es la víctima, hasta la indudable existencia de la violencia policial gratuita, que puede pasar desapercibida y arrojar al arrollo (o a la cárcel) a un inocente sin que aquí se entere nadie.
Jennifer Tilly, estrella invitada en Hill Street Blues. |
En el apartado puramente editorial, voy a subrayar que la traducción de Antonio Bonanno para la Biblioteca Ed McBain de Ediciones B es buena, que la tipografía tiene el tamaño correcto, que la portada es la misma en toda la colección (los disparos pintados por Chichoni), y que el prólogo de David C. Hall me lo he saltado, preventivamente, no fuera a destriparme la novela. Hubo edición de la mexicana Ed. Diana, en la colección Caimán, que curiosamente no es difícil de encontrar en España (este título, digo; la mayoría de los Ed McBain de Caimán son Arcas de la Alianza), y Círculo de Lectores también publicó la traducción de Bonanno. Todo en orden, todo bien. Pasamos a la siguiente.
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