Tiene narices que deje pasar los años sin agradecer debidamente a los amigos, sobre todo cuando hablan bien de uno. Si ese amigo es, además, el dramaturgo, actor y escritor Adelardo Méndez, es aún peor.
Adelardo ya dedicó sus buenos minutos a diseccionar mi libro de relatos Lugares peligrosos en 2023; pero es que, en 2021, le había dado un repaso casi exhaustivo a toda mi obra.
No suelo ver los vídeos que hablan sobre mí, o las entrevistas que me hacen, por pudor: no me gusta verme y los halagos me producen rubor y nerviosismo. Imagino que, a mis años, sigo sufriendo el Síndrome del Impostor, como si fuera nuevo en el oficio o un civil vestido con un uniforme que no le corresponde. A veces, también me parece que padezco el efecto Dunnig-Kruger. El caso es estar como una cabra, a pesar de mantener una vida social poco conflictiva y muy activa. Y siempre, siempre, siempre tengo la sensación de que, cuanto más leo, cuanto más observo, cuanto más aprendo, menos puñetera idea tengo de escribir. Se supone que conozco bastante bien el oficio, pero luego cae en tus manos la obra de tal o cual autor, te maravillas y piensas: "Esto no se me habría ocurrido a mí ni en un millón de años".
En cualquier caso, les dejo con el comentario de Adelardo, de mayo de 2021, que sin duda tiene cosas más interesantes que decir sobre mí que yo mismo.
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