(De Facebook)
9 de agosto de 2023
Harry Crews (1935-2012) era el típico autor norteamericano que, después de impartir clases de escritura creativa en la universidad y lanzarle un par de severas miradas a su alumno Michael Connelly, se iba a al bar más cercano a pegarle una paliza a Jack Palance y a Chuck Connors juntos. O por lo menos, tenía pinta de que eso es lo que hiciera en su tiempo libre.
"El amante de las cicatrices" (1993; publicado en trad. de Javier Lucini para Dirty Works) es una novela extrañísima y mi primer contacto con Crews. Confieso que me incomodan las obras que no sabes si tomarte en serio o en broma, porque van de un extremo de la realidad a algún punto opuesto y lejano; pero lo cierto es que me la he bebido casi sin enterarme. Por lo que cuentan, es una novela inusual de Crews, pues se trata de una historia de amor.
Personalmente, no sé muy bien qué decir, pues creo que es unas cuantas cosas más. Por ejemplo, es una historia que, por si hay alguna duda, aclara y recalca que no hay que cuidarse de Dios porque nunca hace nada, sino del Diablo, que sí ejerce en el plano terrenal.
Eso, y que volveré a Crews, el tipo que escribió una novela sobre un tipo que se come un coche, y otra que inspiró el célebre episodio de Los Simpson del "Día del Apaleamiento".
Bien.
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