El escritor francés Anatole France (1844-1924) es -como dijese días atrás, cuando lo vimos entrar en una casa encantada- uno de los nuestros. Me refiero a los lectores que en este momento posan los ojos sobre estas palabras y, por supuesto, me refiero a mí. Y también me refiero a Juan Perucho y a Philip José Farmer y a Curtis Garland y a tantos otros...
Es uno de los nuestros en muchos sentidos. Por ejemplo, es un escritor que cultivó la literatura de imaginación, y tiene títulos tan sugerentes como el de La isla de los pingüinos (1908) que da ganas de leerlo con espíritu verniano, casi salgariano, por mucho que las crónicas del país de Alka sean más bien swiftianas.
De este modo, sirva a modo de introducción al trabajo y pensamiento de este autor, el artículo titulado "Roman et magie", publicado originalmente en Le Temps el 13 de enero de 1889. Ha llovido mucho desde entonces: agua, nieve y bombas, muchas bombas. Sin embargo, puedo decir que este breve ensayo de France no sólo es legible a 17 de diciembre de 2023, sino que garantizo al lector (al lector que sea "de los nuestros") que lo va a disfrutar desde la primera línea. Es una delicia para paladares exquisitos.
Arranque. Y recuerde las sabias palabras de Anatole: "No hay manera de salir de la naturaleza".
P. D.: Una nota obligatoria. Hemos tomado el siguente texto de la revista Caras y Caretas (Buenos Aires) del 14 de diciembre de 1926. La versión castellana del artículo es de Javier Núñez de Prado, y el prodigioso dibujo del título, de Requena Escalada.
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