(Esta entrada se publicó originalmente en el anterior emplazamiento del blog Cuaderno de bitácora del Matilda Briggs, el 24 de mayo de 2010. En ella abundo en el asunto del Black Dossier de Alan Moore, que acaba de aparecer en castellano, casi podríamos decir que "contra todo pronóstico". Me parece que, por lo tanto, viene al caso...)
Lo
que realmente me fascina es oír, ver o leer a personas que están
"decepcionadas" con el "tercer" volumen de esa magna obra que es The League of Extraordinary Gentlemen. Sobre todo, personas que no han leído Black Dossier, ese "volumen 2 y medio" que, tal y como el presente autor anticipó hace varios años, no tendría edición en castellano.
Black Dossier apareció en Estados Unidos en 2008, y sólo los más fanáticos de esta obra de Alan Moore y Kevin O'Neil
compramos el volumen a través de las tiendas virtuales, como Amazon,
para que llegara a los países de habla hispana. Fue todo un acierto,
pues esta casi intraducible obra -verdadera tercera entrega de la saga-
ya no se sirve fuera del país de Stephen King, por problemas legales de derechos de autor...
Hasta donde yo sé, el único personaje con derechos ACREDITADOS en la obra es Billy Bunter,
propiedad de IPC Media, cuyas aventuras vimos en España hace ya muchos
años, editadas en diversas publicaciones humorísticas de Ediciones
Bruguera, como Tío Vivo o Mortadelo. La verdad es que no he conseguido información acerca de qué otros personajes de los que aparecen en Black Dossier (la mayoría de ellos más o menos disfrazados, como el agente secreto Jimmy, nieto de Campion Bond) están dando problemas fuera de los EEUU... Si tenemos en cuenta que por este tebeo campan a sus anchas Billy Batson (alias "El Capitán Marvel", cuyas aventuras publica actualmente DC Comics), Venus
(que además de una diosa, es un personaje de la compañía Atlas,
antecesora de Marvel Comics, que ha recuperado al personaje
recientemente), y por ahí aparecen Gotham City (la ciudad de Batman... y de otros héroes anteriores, por cierto) y el traje del Vengador Carmesí (The Crimson Avenger,
el primer héroe enmascarado de DC), no sé qué puñetero problema pueden
tener canadienses, ingleses y europeos en general, con personajes tan
bizarros como The Iron Warrior (un robot con un hacha, sombrero, y un solo ojo, de un tebeo inglés de los años 40), o el Dr. Peter Bradey, un hombre invisible protagonista de una vieja serie de televisión.
Probablemente, el conflicto venga por las veladas menciones (y en algunos casos, la presencia física y explícita) del profesor Bernard Quatermass, Dan Dare, Emma Peel, y otras joyitas por el estilo. A todos los efectos, me importa un bledo. Si Moore saca a 007 (y al auto de Chitty-Chitty Bang-Bang como precursor de El Coche Fantástico, por cierto), cuando hay grandes productoras forrándose con la licencia del personaje de Ian Fleming, y no han abierto la boca, entonces es que algo no funciona.
(Paréntesis:
una de esas cosas que no funcionan es que la propiedad -derecho de
explotación, no propiedad intelectual- de muchos personajes pertenezca a
empresas, editoras, productoras o, como sucede con el marcianísimo caso
de El Guerrero del Antifaz de Manuel Gago,
a una constructora, en lugar de a sus creadores. Otro debate
espectacular y que no voy a sacar a relucir es el de los derechos de
autor cuando éste ha fallecido, y por qué esos derechos son o no
heredables, y por cuánto tiempo. Personalmente, creo que nos estamos
volviendo locos. Y si no, echad un ojo a los disparates que hace la
SGAE).
El Black Dossier es una lectura imprescindible para comprender los hechos que se relatan en Century: 1910,
y tengo la impresión de que los editores españoles, con mucha astucia,
han obviado ese hecho. Ya he escuchado decir que "no hace falta leer el Black Dossier",
"no es un tebeo, es un libro de ilustraciones", "me han dicho que es un
tostón infumable", "pero este es el VOLUMEN III DE VERDAD, ¿no?", "si
no lo sacan es porque es una mierda", etc.
Amigos decepcionados por la lectura de Century: 1910: Orlando ya aparecía en The New Traveler's Almanac, que se publicó como complemento al Volumen II, pero es en Black Dossier donde vamos a saber exactamente quién es y qué rollo se lleva con Mina Murray y Allan Quatermain. Y hablando del Gran Cazador Colonialista, es en Black Dossier donde sabremos definitivamente y sin lugar a dudas cómo es que ahora está hecho un mozalbete. En Black Dossier aprendemos quiénes son los componentes definitivos de las versiones francesa y alemana de la Liga: Les Hommes Misterieux (Arsène Lupin, Robur el Conquistador, Fantômas, el Nyctalope, Monsieur Zenith el Albino) y los Zwielicht-Helden (los doctores Rotwang, Mabuse y Caligari, junto con el androide María Futura); así como la verdad sobre las Ligas pasadas, y casi futuras... Para eso están William Shakespeare, Sal Paradise, Bertram Wooster y Oliver Haddo. (Este último nombre os suena de Century: 1910, ¿verdad? Qué lástima que en Black Dossier ya se explicara con pelos y señales quién diablos es este tipo que se parece tanto a Aleister Crowley).
Una vez tengáis claro que sin conocer de primera mano el Black Dossier,
del que Alan Moore llegó a decir (¿en broma?) que era "lo más grande
que se ha hecho desde la penicilina"), el Volumen III no se entiende un
carajo, podremos sentarnos a hablar de decepciones. A todos los efectos,
nos hemos saltado la Piedra Roseta de The League of Extraordinary Gentlemen.
CENTURY
Así,
hablar de esta nueva entrega, que seguirá con otras dos más,
ambientadas en 1969 y 2009 respectivamente, resulta un poco extraño
-sobre todo si el lector no ha leído Black Dossier; no me voy a cansar
de repetirlo-. De modo que lo mejor será que hagamos alguna observación
entomológica sobre detalles pequeñitos (tirando mucho de las ya
obsoletas e incompletas notas del genial Jess Nevins), y eso sí, dejemos claro que si no sabéis quiénes son Bertolt Brecht y Kurt Weill (y por supuesto, La Ópera de Tres Peniques), poneos manos a la obra. (Aunque con suerte, todo el mundo ha escuchado la versión de Louis Armstrong de Mack the Knife, o su versión en castellano, Pedro Navaja, de Rubén Blades).
Los lectores hispanos, sobre todo los aficionados a la
literatura pulp, fantástica y de género, habrán sentido curiosidad por
la Merlin Society, a la que el ghost-finder Carnacki pertenece, y donde se reúnen los ocultistas: por ahí anda un señor muy bajito, el misterioso Ivan Brodsky, un "psiquiatra de lo oculto" cuyas aventuras (firmadas por Victor Rousseau) aparecieron en Weird Tales, el mago de Kathulos de Atlantis (de "El Rostro de Calavera" de Robert E. Howard), los escritores aficionados Dyson y Phillips creados por Arthur Machen (ver la imprescindible Los Tres Impostores), el John Silence de Algernon Blackwood, el Dr. Taverner de Dion Fortune (una autora que en realidad era una especie de ocultista a lo Blavatsky, o algo así), el Príncipe Zaleski de M.P. Shiel (cuyas aventuras, contra todo pronóstico, están recopiladas en castellano), el Dr. Nikola de Guy Boothby (es el tipo del abrigo de pieles, aunque Nevins no lo ha identificado), Zanoni de Edward Bulwer Lytton (un inmortal mago caldeo, cuyas aventuras no he leído), y Fortunio el Superesteta de Teophile Gautier (una especie de precursor psicópata de Doc Savage, creado en 1837, y al que ya habíamos visto en Black Dossier).
En fin, no seguiré con los "muchachos de lo sobrenatural", echad un ojo a las notas del señor Nevins.
Muy interesante es, por otra parte, MINIONS OF THE MOON, de John Thomas -que es uno de esos autores ficticios, creo que un trasunto de John Sladek-, editada por James Colvin (un pseudónimo de Michael Moorcock). En esta repaso a la "Historia Secreta de la Luna", nos encontramos con el Monolito de 2001: una odisea del espacio, la identidad de "O" de Historia de O, los restos flotantes del profesor James Moriarty (¡por fin una referencia sherlockiana!), el curioso Jim Logan (alias Captain Universe, de Mick Anglo,
un tipo que trabajaba para la "División Interplanetaria de las Naciones
Unidas" en 1954, y que se convirtió en un trasunto del Capitán Marvel
de Whiz Comics, o del sajón Marvelman, también de Anglo), y mi favorito, Stardust the Super Wizard, de Fletcher Hanks.
El
caso de Stardust y su autor han llamado mi atención, y debo agradecer
al señor Moore la recuperación de este personaje, pues Hanks ha
resultado ser todo un hallazgo, un verdadero precursor del cómic
underground de los años 60 (Crumb y Shelton, por ejemplo). Es más, si uno le echa un vistazo a las disparatadas y terroríficas historietas, grotescas como ellas solas,
que realizaba en los años 30 y 40, a uno se le ponen los pelos de punta
ante tanta postmodernidad precoz. Según Wikipedia en inglés, Stardust
"es un alienígena de un planeta sin nombre (en algunas historias, una
estrella), cuyo ‘vasto conocimiento de la ciencia interplanetaria lo ha
convertido en el más extraordinario hombre que jamás ha vivido'. Llega a
la Tierra con intención de eliminar el crimen, y utiliza sus poderes
que su conocimiento le ha dado para luchar contra los malvados". No
obstante, al ver los cómics originales de Hanks, uno se da cuenta de que
la cosa es un poco más complicada, y Stardust parece más un dios
malvado que otra cosa.
Simplemente por el hallazgo de Stardust, The League of Extraordinary Gentlemen: Century: 1910 ya merece la pena.
Dejaremos que los lectores interesados sigan
investigando los entresijos de esta primera entrega del Volumen III a
través de la Red de Redes, en bibliotecas, o rebuscando en traperías y
basureros municipales, y hagamos un par de apuntes más acerca de lo que
está por venir:
Century: 1969 (que estaba previsto para abril o mayo de este año, ¡ja, ja, ja!) llevará por título "Paint It Black", y al margen de referencias al Jerry Cornelius de Michael Moorcock (que ya apareció en Black Dossier) o a Rosemary's Baby de Ira Levin,
estará repletas de guiños a la cultura popular británica de la época,
con lo cual no nos vamos a enterar de nada. (Pero algo aprenderemos, eso
seguro).
El tercer y último volumen, Century: 2009, se titulará "Let It Come Down",
y es el número que, según Moore, más trabajo le ha costado escribir,
"porque no tengo ni idea de la cultura popular moderna". Sabemos que
tiene importancia Q'umar, un país que aparece en la serie televisiva El Ala Oeste de la Casa Blanca, y habrá referencias a The Wire, Lost (la banda de música DriveSHAFT), al agente Jack Bauer de 24,
y a un montón de cosas que, probablemente, harán que el tebeo sólo se
pueda publicar en Burkina Faso y en la Antártida, y lleven a los
editores de Top Shelf y Knockabout a la ruina o a la cárcel.
¡Bravo!
COMENTARIOS ORIGINALES:
WOLFVILLE dijo
Totalmente de acuerdo en todo!!! Yo fui uno de los que consiguió el "Black Dossier" vía Amazon y puedo decir que lo disfruté mucho más que "Century" -aunque esta también me dió muchas alegrías, claro, especialmente con las referencias a detectives psíquicos-. Lástima que nunca tendremos una traducción en condicienos en la lengua de Cervantes, porque algunos fragmentos eran tan complejos que se me escapaban.
Solo recordar algunas de las otras referencias en esta joya de meta-ficción. Genial el momento historia de la magia en el que se menciona al mismísimo dios Crom de las aventuras de Conan de Cimmeria. Y para mi desopilante, verborreico, delirante y espectacular el pastiche de P.G. Woodhouse en el que se mezcla el humor irónico de Jeeves con las monstruosidades arcanas de Lovecraft.
En definitiva es un tomo, igual que este artículo: IMPRESCINDIBLE.
Un saludo.
Cadvalon dijo
Pues yo me reitero, el Black Dossier me parece decepcionante, unas cuantas ideas perdidas en una estructura general farragosa y bastante caótica.
Me alegro de volver a leer entradas en este blog por cierto que no había comentado nada :)
Luis Miguez dijo
A mí, la verdad, me ha encantado el Century, pero he de confesar que también por habérmelo tomado de aquella manera, como algo asi como "una aventura más" de la Liga. Pero vamos, que si me dice usted que definitivamente este es el 4 y el 3 es un tochón enorme que muchos no nos hemos leído, pues pare usted de contar.
Birdy Edwards dijo
Yo pedí en su momento el Black Dossier a través del catálogo previews y obviamente me quedé sin el, dita suerte.
"el Príncipe Zaleski de M.P. Shiel (cuyas aventuras, contra todo pronóstico, están recopiladas en castellano)"
Si, en una buena edición de Edhasa, jejejeje.
sherlockholmes dijo
Amigo Wolfville:
No sufra por la incomprensibilidad de algunos fragmentos del "Black Dossier"; el señor Nevins, por ejemplo, optó por no anotar la sección escrita por Sal Paradise, pues ni siquiera él, que es nativo americano, entendía una palabra.
Con respecto al relato del reverendo sobre Jeeves, le diré que ya existía un crossover entre el mayordomo y los Mitos de Cthulhu, debido a la pluma de Peter Cannon, autor también del pastiche holmesiano (y lovecraftiano) Pulptime, que ya reseñamos por aquí en su día.
Un placer, como siempre.
Amigo Cadvalon:
Lamento que no le agradara el "Black Dossier"; en fin, ni siquiera el señor Moore puede agradar todo el tiempo, supongo... En cualquier caso, no me negará que el uso de las 3D en ese tebeo es realmente fastuoso y revolucionario...
Un fuerte abrazo, compañero.
Don Luis:
Corra a Torrent o Emule o lo que sea, agénciese unas gafas 3D de las de toda la vida (pero sustiya el color azul por el verde), y disfrute de las verdaderas apariencias de Nyarlathothep...
Señor Pajarraco:
Pruebe suerte en Ebay; quizá se lleve alguna sorpresa...
La edición de Edhasa del Zaleski la vi en casa de mi amigo el ilustrador y cartoonista Mortimer; supongo que tendrá un precio de venta exhorbitante, ¿verdad?
Saludos a todos,
Alberto López Aroca
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