miércoles, 10 de julio de 2024

Noticias de ayer: "La prisión eterna del infierno" (1926), por Noel de Lara

Fragmento de una edición de 1708 de Quatuor Maximae, de Juan Bautista Manni.


 

Esta noticia de ayer va dirigida a mi admirado y querido amigo y colega Santiago Eximeno.

Noel de Lara fue el pseudónimo utilizado durante un tiempo por el periodista, escritor, crítico y traductor argentino León Federico Fiel, que estuvo en activo desde la década de 1920 hasta la de 1960, al menos. El siguiente artículo, de carácter bibliográfico, fantástico y terrorífico, abunda en un libro titulado La Prisión Eterna del Infierno, obra de Giovan Batista Manni, de la Compañía de Jesús, que se habría publicado "en los comienzos del año 700".

La información que proporciona de Lara es un auténtico disparate, básicamente porque confunde el año 700 con el 1700: Ignacio de Loyola no fundaría la Societas Iesu hasta 1534; esto nos da una idea del escaso conocimiento y del caos informativo que tenía Noel de Lara en la cabeza. No obstante, su artículo es de interés, y está claro que había dado con el texto original, o con algún texto relacionado con Manni.

 

Ilustración para Varii, e veri ritratti della morte (1675)


Giovanni Battista Manni (conocido en España como Juan Bautista Manni) nació en 1606 y falleció en 1682. Es autor, entre otras obras, de Varii, e veri ritratti della morte (1675), inspirada en las ilustraciones de Hans Holbein sobre la Danza de la Muerte. El "libro" que menciona Noel de Lara es, en realidad, un capítulo de las Axiomata Christianae Philosophiae: Eruta Ex Consideratione Quadruplicis Aeternitatis de Manni, también conocido como Quatuor Maximae. De este texto, hemos podido consultar una edición en castellano publicada en 1760 bajo el título de Máximas christianas; la parte a la que se refiere de Lara se llama, en la citada edición, "Eternidad del Infierno", apenas veinte páginas minúsculas que se pueden leer como una versión antigua de la mitología cenobita de Clive Barker. Y si el lector no me cree, le ruego eche un vistazo al siguiente pasaje:

 



 

Battista definía el Infierno como "una medicina de un solo ingrediente, mas poderosa para purgar toda la podredumbre del ser humano, y dar al alma la salud de la gracia". También dice: "El Infierno está lleno de almas, porque, o no se cree, o no se piensa en el Infierno". Supongo que el jesuíta estaría contento de saber que, en el siglo XXI, hay escritores como Santiago Eximeno (y si he de ser sincero, también servidor de ustedes) que, con frecuencia, piensan en el Infierno y en las muchas almas que lo pueblan. Y en los que, como Drichelmo de Northumbria, lo han visitado y han vuelto para contárnoslo.

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El siguiente artículo apareció publicado en la revista Atlántida (Buenos Aires), el día 3 de junio de 1926.






 

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