viernes, 26 de julio de 2024

Con respecto a las “tres reglas del pastiche holmesiano” propuestas por Luis Emilio Reñé (septiembre de 2014)



 

El día 14 de septiembre de 2014, mi colega sherlockiano Luis Emilio Reñé compartió en el grupo de Facebook del Círculo Holmes una imagen con texto que recogía las que Reñé consideraba "tres reglas del pastiche holmesiano". La imagen era la siguiente:

 

Las tres reglas, según Luis Emilio Reñé.


La propuesta del amigo Reñé resulta muy interesante, sobre todo hoy día, en que los pastiches de Sherlock Holmes han proliferado de forma exponencial, y cada vez resultan más y más bizarros. Vean unas cuantas cubiertas, la mayoría de 2024, que tomamos del blog de nuestro queridísimo amigo Juan Carlos Fernández Aller, que se molestar en consignar TODO lo que aparece sobre Sherlock Holmes (imprescindible para estar al día o, más bien, perderse en los dislates que se publican continuamente). Las siguientes portadas NO SON FALSAS:

 













(Nota: no he tenido oportunidad de aproximarme a ninguno de los productos cuyas portadas recopilamos arriba. Esta selección es aleatoria).

No obstante, y con el espíritu holmesiano a cuestas (esto es, la necesidad de cuestionar absolutamente todo lo que no sea empírico), me tomé la molestia de escribir un pequeño texto en el que ponía en duda las reglas de Reñé. Lo curioso del asunto es que lo redacté en un archivo de Word, lo guardé, lo olvidé por completo y quedó sepultado en algún rincón del ordenador.

Visto con perspectiva, las tres reglas de Reñé no son descabelladas, y mis objeciones resultan un tanto ingenuas. Pero también es cierto que, en 2014, servidor no esperaba que Holmes fuera a sufrir un nuevo boom pastichero que convertiría a los anteriores en meras anécdotas.

Este es el texto, redactado el día 16 de septiembre de 2014:


Con respecto a las “tres reglas del pastiche holmesiano” propuestas por Luis Emilio Reñé:

 

La 1ª: En esencia, es correcta. No obstante, tiene ciertas fallas. Para empezar, implica que Holmes debe aparecer en un pastiche holmesiano, y esto es falso. Hay pastiches protagonizados por personajes del entorno de Holmes, y los consideramos igualmente sherlockianos (por ejemplo, muchos pastiches perfectamente válidos en torno a Moriarty, Watson, Lestrade, etc). Por otra parte, son cientos los pastiches de Sherlock Holmes que han prescindido de esta regla y se han limitado a tomar el nombre de Holmes en vano (por ejemplo, la larga serie —más de 200 títulos— de pastiches alemanes publicados a principios del siglo XX en los países de habla no inglesa, serie que propició la aparición de muchos derivados escénicos). Sin embargo, estoy de acuerdo en que Holmes no sólo tiene que llamarse Sherlock Holmes, sino que además tiene que parecer Sherlock Holmes. En caso contrario, se convierte tan sólo en un tipo con una pistola y un deerstalker que de vez en cuando dice “Elemental, querido Watson”. Y aunque esto lo haga reconocible como Sherlock Holmes (para el imaginario contemporáneo), no significa que lo sea. Holmes debe ser reconocible aunque no se mencione su nombre (Asimov decía que a veces, para evocar al Maestro, bastaba con decir “un hombre alto”...). Y lo mismo vale para cualquier otro personaje, sea del Canon o de la obra de otros autores.

La 2ª: Esta regla es pura arbitrariedad o el deseo fantástico de un lector. Nadie que se dedique a escribir (pastiches sherlockianos o novela rosa o cuentos para niños) elabora diez tramas y elige “la mejor”. De hecho, en el proceso creativo, lo normal es elaborar (imaginar) diez tramas o más, y no escribir ninguna de ellas, sino otra cosa distinta.

La 3ª: Existe lo que llamamos “el pastiche revisionista”, que abunda precisamente en este punto: enmendarle la plana al Canon con nuevas y sorpresivas revelaciones (véase The Seven-Per-Cent Solution de Meyer, que generó en los 70 todo un aluvión de nuevos pastiches —algunos tan buenos como Exit Sherlock Holmes de Robert Lee Hall— y un auténtico boom comercial). Es decir, ¿tenemos que establecer que el Canon transcurre en un mundo alternativo donde los fabricantes de cartuchos Eley también producen revólveres como el modelo Eley nº2 de Watson, o podemos asumir que se trata de un error y que el doctor tenía un Webley, aunque esto contradiga de algún modo el Canon? Por otro lado, ¿es deseable que se respete el Canon en un pastiche? Sí, porque hace que “todo encaje”. El problema que tiene este punto es que Conan Doyle se habría reído de él. Pero claro, Doyle no era precisamente un estudioso sherlockiano obsesionado con la coherencia y la continuidad, sino un profesional que escribía historias a cambio de dinero... El Canon es consistente, pero contradictorio. De modo que un pastiche, para respetar el Canon, podría contradecirlo pero tendría que ser consistente con las Sagradas Escrituras. ¿Esto es deseable? Sí, pero no es óbice en absoluto.

La “regla no imprescindible” es tan prescindible que, si la aplicamos al Canon, tendremos que eliminar “The Adventure of the Creeping Man”, por ejemplo. A esto hay que añadir lo que podemos llamar “El Problema de las Creencias del doctor Doyle” y su fe en el espiritismo, un hecho que muchos pasticheros han utilizado para desvirtuar el célebre “No Ghosts Need Apply” (SUSS) de Holmes. La idea es vieja y sigue siendo tan atractiva como la de mezclar al Gran Detective con asuntos de ciencia-ficción. A muchos no les gustan los pastiches holmesianos fantásticos. Sin embargo, centenares de autores consagrados a meter a Holmes con marcianos, vampiros y viajes a otros mundos parecen resueltos a demostrar que sí es una opción viable y válida.

 


jueves, 25 de julio de 2024

Vídeo: “Horror pulp y weird pulp: las revistas pulp que resucitaron el neogótico en los años 30-40” (octubre de 2016)

La grabación.

 

Hace unos días, recuperamos aquí el vídeo Presentación de los libros "Jack el Destripador de Curtis Garland" y "Archetypal Magazine", un acto enmarcado en la Semana Gótica de Madrid, que tuvo lugar el 27 de octubre de 2016. Hoy, hacemos lo propio con el acto que realizamos justo después, en la misma librería Generación X: se trata de la mesa redonda que llevaba por título “Horror pulp y weird pulp: las revistas pulp que resucitaron el neogótico en los años 30-40”, y que es como quiene un tío en Canadá, que ni tiene tío ni tiene ná. Al menos,creo que esa fueron las conclusiones a las que llegamos, de forma tácita, los ponentes: José Luis González Martín, Óscar Mariscal y Javier Jiménez Barco, con Andrés Peláez Paz (sentado entre el público, pero parte de la mesa), y servidor de ustedes, que tuve que quedarme de pie a la derecha de la imagen, como moderador (o casi como mediador, pues las mesas redondas literarias pueden convertirse en negociaciones de paz internacionales).

Quedarse de pie es la única forma de aproximarse a la verdadera altura de estos gigantes de la cultura popular (como si existiera otra), que me honran al considerarme su amigo y colega. Sólo entre individuos tan extraordinarios puede uno empezar a vislumbrar la enormidad y la trascendencia, nada evidente, de nuestros negociados.

 

José Luis González Martín.

 

Óscar Mariscal.

 

Javier Jiménez Barco.

Cubierta del nº1 de Weird Tales (marzo de 1923).


El vídeo, al igual que el anterior, es obra de José Vicente Serrano, que tuvo la buenísma voluntad de inmortalizar aquellos tres cuartos de hora. La falta de micrófonos hizo que el audio resultara un poco falido; no obstante, si uno pone atención, se escuchan las risas, los comentarios jocosos y el desprecio implícito por el concepto de "neogótico".

 

Revistas españolas (o casi) de terror, publicadas en la década de 1940. De esto hablamos en la charla.

Aquí tienen ustedes un momento irrepetible, que deberíamos atesorar, y con unos contenidos que siguen vigentes.

Pulse el icono de PLAY.

 


(Nota: Las instantáneas que hemos podido rescatar de aquel encuentro son todo fotografías de la organización de la Semana Gótica).

Vale.

miércoles, 24 de julio de 2024

Jugando en la Biblioteca de Babel: trucos de magia (julio de 2013)

 

De Facebook (julio de 2013)

El 24 de julio de 2013, Antonio Guerrero González, de Córdoba, posteó en su muro de FB la siguiente imagen con este texto:

"Recopilación de relatos de Gotham Press, en paperback, de 1967, de tirada escasa y, hoy en dia, inencontrable".

 


La imagen mereció una serie de comentarios, de los cuales seleccionamos aquí algunos:

Sería glorioso encontrar un relato de terror de King Parker. Todos los que yo tengo y conozco (incluida su única novela, Crimson Kingdom) son de serie negra.
 
Alberto, Mario Bava planeaba que un relato de King Parker desconozco cuál, aunque juraría haber leído el título en algún sitio formara parte de su I tre volti della paura, pero finalmente no pudo ser; el hueco lo llenó "Il telefono", basado en una historia de F. G. Snyder. Dada la temática del film, imagino que sí, que tiene que haber por ahí algo de terror escrito por Parker. Aunque puede que el relato elegido para I tre volti... lindara el género sin entrar de lleno en él, y que de ahí venga su sustitución a última hora por la historia de Snyder, que se encuadra más bien dentro del thriller...

Alberto López Aroca
Vaya, eso hay que investigarlo. En castellano hay tan pocas cosas publicadas de King Parker... Tan sólo lo que edité yo en Nadie lo sabrá nunca y un relato que traduje para el número 7 de la revista Prótesis y que antes apareció en un fanzine llamado 24 cervezas...
 
Antonio Romero Olmedo
Lo que no he conseguido encontrar por ninguna parte son las razones que hicieron que el cuento de King Parker quedara finalmente fuera del film de Bava...
 
Alberto López Aroca
Muy, muy posiblemente, porque era demasiado violento.
 
 

Las tres caras del miedo, de Mario Bava.


 ***

Al día siguiente, el 24 de julio, cité en mi propio muro de FB el primer comentario de Antonio Romero Olmedo, de Cádiz, acerca del cuento desaparecido de King Parker y la película de Mario Bava. Posteé la siguiente imagen y mi comentario fue: 

"¿Es posible que fuera este?"

 

 
Y, de entre los comentarios subsecuentes, tenemos los siguientes:

 

Antonio Romero Olmedo
Me has dejado a cuadros, Alberto... ¿Estamos entonces ante un escritor español y no yanqui, como creíamos, o acaso un yanqui afincado en España?. Esto no hace sino envolver de más misterio y preguntas la figura de este hombre...
 

¿Dos autores, uno español y otro norteamericano, que coinciden en el nombre? No es imposible...

 ***

Este tipo de intercambios de opiniones, investigaciones, búsquedas, realizadas siempre desde la complicidad de los que saben que se están moviendo entre las estanterías de la Biblioteca de Babel, fueron durante un tiempo habituales, y obraron algunos prodigios, como que algunas obras que sólo existían en Babel pasaran a nuestro plano de realidad.

Antonio Guerrero González es un connoisseur de la cultura popular (como demuestra su blog, hoy abandonado), un caballero cordobés amable, generoso y estricto, que ha desaparecido de las redes sociales, supogo que hastiado. Fue este Antonio quien, sin mediar palabra, me envió por correo como presente su ejemplar del entonces codiciadísimo El fantasma de Baker Street de Curtis Garland (eso sucedió hacia 2012, si no recuerdo mal, y lo recibí en mi piso de la madrileña calle Santiago). Antonio Guerrero se encargó de que alguna de las obras de David Woolrich salieran de Babel (en concreto, la antología Primera sangre y otras historias en Innsham, de 2013); por desgracia, no tuvieron edición en papel. Pero algunos todavía las recordamos con agrado.

Antonio Romero Olmedo es ilustrador, dibujante de tebeos, y otro gran conocedor de los entresijos de la cultura popular. Recuerdo que, en este mismo hilo sobre El señor Satán está muerto de King Parker, coloqué un comentario con foto, en respuesta a Romero Olmedo, que decía lo siguiente:

"También he encontrado por ahí un incunable por el que me sé yo que muchos beben los vientos (y me parece que no lo tiene ni el autor, que es el señor Ryan)":


 

El "señor Ryan" era, por supuesto, Lem Ryan, y esta novelita, Katham y las sombras del caos, perteneciente a la serie de Katham el bárbaro, se vino a nuestro plano de realidad aquel mismo año, con portada de José Baixauli:

 


Este fue uno de los muchos trucos de magia que practicamos en la Biblioteca de Babel, cuando todavía nos gustaba jugar a todos. Como aquella vez en que publiqué la lista de los libros favoritos de Norm Eldritch, por ejemplo...

24 de julio de 2024