martes, 5 de diciembre de 2023

Por la selva mexicana. En busca de un imperio desaparecido, por el Conde de Prorok (1933)

 

Hace unas semanas tuvimos ya por aquí al Conde de Prorok, uno de esos aventureros de vieja escuela que proliferaron a finales del siglo XIX y comienzos de XX: se trata de la clase de invidividuo poco escrupuloso, cuyas prácticas como explorador y arqueólogo eran muy discutibles y, al mismo tiempo, cultivaba su faceta pública de caballero intachable.

Que en los años previos al estallido de nuestra Guerra Civil hubiera sueltos por el mundo un buen puñado audaces oportunistas, capaces de tratar de tú a tú con negreros y con reyezuelos, no deja de resultar curioso, dada la proximidad temporal de los hechos.

Uno está acostumbrado a leer las dos caras de la aventura colonial, las aventuras de Allan Quatermain de Haggard y las desventuras de Charlie Marlow de Joseph Conrad, y tenemos la sensación de que, tanto el prodigio como el abuso, quedan enmarcados en el siglo XIX y en los anteriores. Pero también hay que echar un vistazo a todo el siglo XX (y lo mismo vale para el XXI), tanto el terreno histórico como en el literario, para empezar a tener conciencia de que muchas cosas no han cambiado lo más mínimo. La venta de esclavos sigue existiendo (aquí no estoy hablando de la trata de blancas, que por supuesto sigue siendo una actividad actualísima; sino de la larga hilera de personas encadenadas, desnudas, desnutridas, con el precio marcado en un listado, en manos de algún monstruo), y pueblos como el lacandón, al que se refiere el reportaje de Prorok, han sobrevivido sin grandes cambios a diversos intentos de evangelización católica (si bien, al parecer, muchos han sucumbido ante el protestantismo y el adventismo), y permanecen aislados, sin recibir la ayuda educativa y sanitaria que supuestamente debería ofrecer el gobierno federal de la Republica de México. Por supuesto, los lacandones de hoy siguen expuestos a las escuadras de la muerte paramilitares, militares, de narcotraficantes, de empresas extranjeras dedicadas a la extracción de mineral, la industria maderera, o cualquier otra entidad interesa en los recursos del territorio. Por lo que he llegado a averiguar, ni siquiera unieron al movimiento zapatista que sigue existiendo en Chiapas.

El siguiente reportaje terminaría formando parte del volumen In Quest of Lost Worlds (1935), escrito por Prorok. Nosotros lo hemos extraído del diario El Sol (Madrid), del 24 de septiembre de 1933.

 



















 

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